jueves, 30 de abril de 2015

Islandia deroga ley de 400 años que permitía matar vascos


Reconciliación

Islandia deroga ley de 400 años que permitía matar vascos

30.04.2015

ISLANDIA (Uypress) — Una región de Islandia ha derogado una ley de 400 años de antigüedad que permitía asesinar vascos.

Memorial inaugurado el 22 de abril / Foto: Ólafur Engilbertsson
La región de los Fiordos del Oeste derogó una ley que permitía asesinar a cualquier vasco que fuese avistado en la zona, según informa el diario local Iceland on Review.
El pasado 22 de abril, una placa fue instalada en la localidad islandesa de Holmavik, en la región de los Fiordos del Oeste, para conmemorar la matanza de 32 balleneros guipuzcoanos en 1615.
El acto estuvo presidido por el ministro de Cultura de Islandia, Illugi Gunnarson; el diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano; y la diputada foral de Cultura, Ikerne Badiola. Durante el mismo, el comisionado de los Fiordos del Oeste, Jónas Guðmundsson, revocó la orden que permitía asesinar
a cualquier vasco que fuese divisado en la región.
Aunque la derogación es puramente simbólica (es evidente que las otras leyes del país nórdico prohíben no solo el asesinato de vascos, sino el propio concepto de asesinato en sí), Guðmundsson ha respondido con buen humor cuando fue preguntado si con esta derogación espera un incremento de turistas vascos a la región. "Ahora por lo menos venir será seguro para ellos", bromeó.
Los 32 balleneros guipuzcoanos fueron asesinados en setiembre y octubre de 1615, después de que sus embarcaciones naufragaran a consecuencia de una tormenta y se vieran obligados a refugiarse en Islandia, donde mantuvieron una serie de enfrentamientos con las autoridades locales.
Ese mismo año, Jon Gudmundsson, conocido como Jon Laerdi, El Sabio, escribió un ensayo en el que denunció aquellos sucesos bajo el título: La verdadera historia del naufragio y matanza de los españoles (vascos).
En el acto del 22 de abril, el diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano, y Magnus Raffnson, descendiente de uno de los autores de la matanza, simbolizaron con un abrazo "la reconciliación de las dos comunidades".
Pese a los cruentos hechos de 1615, las investigaciones históricas, excavaciones y documentos lingüísticos hallados demuestran que a lo largo del siglo XVII la presencia de vascos en Islandia fue muy relevante y la relación con los islandeses resultó muy fructífera, tanto en términos comerciales como culturales.
 
LA MATANZA
Cuando los vascos llegaron a Islandia, mantuvieron buenas relaciones con los locales: pagaban tasas por el derecho a cazar ballenas en sus aguas, por el derecho a desembarcar en tierra firme para descuartizarlas y fundir la grasa, por el derecho a recoger madera. Todo eso se lo pagaban directamente a los jefes islandeses, lo que rompía el monopolio del rey de Dinamarca, soberano también de Islandia. Además, los vascos y los islandeses se compraban y vendían mercancías.
En 1615, Islandia, seguramente el país más pobre de Europa, llevaba varios inviernos horribles y bordeaba la hambruna. También había sufrido ataques piratas. De hecho, las primeras veces que aparecieron los galeones balleneros vascos, los tomaron por atacantes. Esa primavera, el rey danés Cristián IV proclamó que los islandeses tenían derecho a atacar a los vascos, tomar sus barcos, saquear sus posesiones y, si hacía falta, matarlos.
Ese año llegaron tres galeones guipuzcoanos y se instalaron en un fiordo del oeste de Islandia. Los vascos cazaron once ballenas, fundieron la grasa y vendieron la carne, muy barata, a los islandeses.
El 19 de setiembre, los tres capitanes vascos prepararon los barcos para regresar a San Sebastián y celebraron una cena con vino tinto. Esa noche llegó el desastre: la tormenta, las olas como murallas, los bloques de hielo lanzados contra los cascos, la madera reventada, la inundación, los galeones a pique con las bodegas repletas de aceite. Y al final, cuando callaron los gritos, 83 hombres en tierra firme.
Los capitanes Pedro de Aguirre y Esteban de Tellaria pasaron el invierno en Vatneyri y al año siguiente se marcharon a casa. La tripulación de Martín de Villafranca permaneció y se dividió en dos grupos. El 17 de octubre  Martín de Villafranca y los otros diecisiete miembros de su grupo fueron asesinados.
Estas decisiones fueron instigadas por el magistrado Ari Magnússon de Ögur.  Los vascos fueron considerados criminales por sus fechorías después de que sus barcos naufragaran y, según el libro de la legislación islandesa de 1281, se decidió que la única opción correcta era ejecutar a tantos como fuera posible. En total, 32 vascos resultaron asesinados.
 
dfp UYPREES -  http://www.uypress.net/uc_59864_1.html
 








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